En el entorno empresarial actual, la factura electrónica se ha convertido en una herramienta esencial para la gestión contable y tributaria. Sin embargo, no todas las facturas emitidas cumplen con los requisitos acordados y, en ciertos casos, es necesario rechazarlas.
Si alguna vez te has preguntado cómo rechazar una factura electrónica recibida, esta guía te mostrará los pasos a seguir, los motivos válidos para hacerlo y cómo evitar errores que puedan afectar tus relaciones comerciales.
La factura electrónica es un documento digital con la misma validez legal que una factura en papel. Se genera y transmite a través de sistemas autorizados, lo que facilita el control y la fiscalización de las operaciones.
A pesar de sus ventajas, pueden surgir situaciones en las que un comprador o cliente deba rechazarla, especialmente cuando se presentan errores que comprometen la validez fiscal o la transparencia de la transacción.
Las razones para rechazar una factura electrónica en Colombia o en cualquier país suelen estar relacionadas con fallas en el proceso de emisión:
Identificar estos errores a tiempo es clave para no afectar la contabilidad de la empresa y mantener el cumplimiento fiscal.
Lee nuestro E-book gratuito y aprende a reclutar el mejor talentopor LinkedIn
El procedimiento puede variar según el país y el proveedor tecnológico utilizado, pero en general, los pasos son los siguientes:
Rechazar una factura es un procedimiento válido, pero puede generar efectos colaterales si no se gestiona adecuadamente:
Por eso es tan importante llevar un control ordenado y documentado de cada rechazo.
Rechazar facturas es un proceso necesario, pero lo ideal es reducir al mínimo su ocurrencia. Algunas prácticas útiles son:
El proceso de rechazar una factura electrónica suele generar dudas entre empresarios, contadores y profesionales del área financiera. Desde los plazos para hacerlo hasta las herramientas adecuadas para anular o corregir un documento, entender cada detalle es clave para evitar errores costosos. A continuación, resolvemos las preguntas más comunes sobre este tema para que gestiones tus facturas con seguridad y cumpliendo la normativa vigente.
El tiempo para rechazar una factura electrónica depende de la normativa de cada país. En Colombia, por ejemplo, la DIAN establece que el rechazo debe hacerse dentro de los tres días hábiles siguientes a la recepción de la factura. Superado este plazo, la factura se considera aceptada tácitamente.
Rechazar una factura significa que el comprador no la acepta por errores en la información o montos, y esta nunca entra en su contabilidad. Anular una factura aplica cuando ya fue aceptada y registrada; en ese caso, se debe emitir una nota crédito electrónica para corregir la operación.
Sí. Si la factura ya fue aceptada y luego se identifica un error, la solución correcta es emitir una nota crédito electrónica. Este documento permite ajustar valores, corregir información y dejar constancia del cambio de forma legal y transparente.
El rechazo debe realizarse a través del sistema de facturación electrónica de la DIAN o el software autorizado que uses, siguiendo los plazos y procedimientos definidos.
Si aceptas una factura incorrecta, esos valores pasarán a tu contabilidad y podrían generar sanciones fiscales o problemas en tu declaración de impuestos.
No siempre. Una vez aceptada, el proceso puede requerir la emisión de notas crédito electrónicas para corregir la operación.
El comprador o receptor del servicio/producto, siempre dentro de los plazos establecidos por la normativa local.
Puede hacerlo si no se gestiona con transparencia. Lo recomendable es documentar y comunicar de manera formal las razones del rechazo.
Saber cómo rechazar una factura electrónica recibida es fundamental para proteger las finanzas de tu empresa y evitar sanciones tributarias. Con un proceso claro, comunicación adecuada y el respaldo documental necesario, podrás manejar discrepancias de forma profesional y eficiente.
👉 En Magneto Pymes apoyamos a las compañías en la gestión de su talento y en la adopción de prácticas modernas que optimizan procesos, aumentan la transparencia y fortalecen la competitividad.